Pablo Escobar murió el 2 de diciembre de 1993 en Medellín, Colombia. Fue tiroteado por la Policía Nacional de Colombia, la cual fue llamada el bloque de Búsqueda, sucedió mientras trataba de escapar de su escondite en los techos de unas casas. Según los informes, recibió un disparo en el oído y otro en el torso, lo que provocó su muerte instantánea (Esta es la versión oficial que ha dado el gobierno colombiano).
La muerte de Escobar puso fin a su reinado como uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo y marcó el comienzo del final del Cartel de Medellín. A pesar de su muerte hace casi 30 años, sigue siendo una figura polémica y controvertida en Colombia y en todo el mundo.